Quizá hayas oído hablar de los sonidos binaurales, una modalidad específica de sonidos que suelen combinarse con alguna música suave de fondo y que, según se asegura, puede actuar sobre el cerebro y crear determinados estados mentales y resultados: de mayor relajación, atención, propiciar un mejor descanso, mejorar la memoria, estimular la imaginación, etc.
Los sonidos binaurales son una ilusión del procesamiento auditivo, que ocurre al escuchar con auriculares una señal que se emite con una frecuencia acústica distinta en cada oído. Por ejemplo si en el auricular derecho se emite una frecuencia de 300 Hz y en el izquierdo una de 310 Hz, el ritmo binaural sera de 10 Hz, y nuestro cerebro percibirá una pulsación de baja frecuencia resultante de la composición de los dos sonidos. La diferencia de frecuencias no puede ser mayor de 30Hz, porque entonces nuestro cerebro las percibirá como dos sonidos distintos. Se trata de una curiosidad, igual de intrigante que el ver una rueda girando hacia atrás cuando realmente lo está haciendo hacia delante, pero sobre la que los "voceros vendehumo" han puesto su punto de mira. Se les atribuye propiedades típicas de otros engañabobos, como mejorar la memoria, ayuda a dejar de fumar, remedio contra la obesidad o la impotencia, o para mejora del tono muscular. Incluso son presentadas como drogas digitales.
En concreto, los sonidos binaurales son respuestas cerebrales auditivas que se producen en el núcleo olivar superior de cada hemisferio cerebral. Son el resultado de la interacción de dos impulsos auditivos distintos, originados en cada oído por debajo de los 1000 Hz y que difieren en frecuencia entre 1 y 30 Hz.
Lo que hacen estos sonidos, de algún modo, es alterar el estado de conciencia al crear una diferencia de frecuencias cuando se escucha una frecuencia X en un oído, y una frecuencia Y en el otro. De aquí que sea tan importante y esencial el oírlos conauriculares, ya que de la diferencia de esas dos frecuencias saldrá una tercera frecuencia Z que será el sonido binaural en sí.
Es esta nueva frecuencia resultante (la Z) la que produce el estado particular en el cerebro: por lo general, proporciona un estado de calma y mayor relajación, aunque hay también sonidos binaurales que provocarían mayor euforia. Se han diseñado sonidos binaurales con una gran variedad de funciones.
En general, la mente puede entrar en un estado meditativo y de apertura de conciencia, al tiempo que se da también un restablecimiento químico para el cerebro de sus niveles de sodio y potasio. Se tiene conocimiento de estos sonidos desde el siglo XIX, pero habrían ganado mayor interés y puestos más en práctica en el XX, por varias comunidades científicas.
Vale destacar que existen actualmente dos tipos de sonidos, los más difundidos: los sonidos binaurales propiamente dichos, y los Omsica o, también conocidos como, sonidos suprarenales, que están conformados por los sonidos binaurales como base a los que se les suman otros, como sonidos de respiración o latidos de corazón, entre otros.
Finalmente, veamos qué se necesita para oír sonidos binaurales: además de los archivos de audio (se pueden descargar en cantidad de sitios en Internet) serán esenciales los auriculares y un lugar donde estar cómodo y sin distracciones. Deberás acostarte ponerte cómodo y cerrar tus ojos, colocar los auriculares a un volumen medio -que escuches bien pero que no sea ensordecedor- y dejarte llevar por la travesía.
El fundamento que teóricamente subyace tras los sonidos binaurales, es que nuestras ondas cerebrales tienden a sincronizarse con la frecuencia binaural. Variando esta frecuencia, se puede “arrastrar” al cerebro a un estado u otro. En realidad no hay ninguna evidencia que soporte esta afirmación, y los efectos que los sonidos binaurales producen sobre nuestro estado de ánimo, son los mismos que podría producir la música o los sonidos de la naturaleza.
El único estudio con algo de valor sobre los sonidos binaurales, lo realizó el año pasado el departamento de psicología de Laurentian University. En él, se aplicaban a los sujetos en estudio sonidos binuarales de 7 Hz y de 15 Hz, llegando a la conclusión de que la primera ayuda a la meditación, mientras que la segunda la dificulta. Habría que ver qué ocurre si se hubiese hecho el mismo estudio con música clásica y heavy metal.
(Utiliza unos auriculares estereofónicos para escuchar estos sonidos)
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