viernes, 6 de noviembre de 2015

Modelos atómicos


En el siglo V antes de Cristo, Leucipo de Mileto y Demócrito; su discípulo más aventajado, considerado por muchos como el padre de la ciencia moderna, ambos filósofos y matemáticos nacidos en Tracia, fundaron la escuela atomista, según la cual los átomos serían una colección de partículas materiales indestructibles y carentes de atributos, cuyas distintas mezclas, o aleaciones, compondrían la materia constituyente de los diferentes cuerpos existentes.
Esa fue la primera vez que, tras casi doscientos mil años de existencia, nuestra especie, el homo sapiens, se plantearía la necesidad filosófica de comprender la esencia material de los elementos naturales, desmenuzándolos en trozos, cada vez más pequeños, hasta alcanzar sus más ínfimos e indivisibles componentes, a los que llamaron entonces “a-tomon”, palabra griega que más tarde dio lugar al vocablo latino “atomum”, que significa “sin cortar”, “sin partes”, o más exactamente, “indivisible”.