domingo, 6 de enero de 2013

Carta de un niño cualquiera a sus majestades, los Reyes Magos de Oriente.

Queridos reyes magos, este año, aunque he sido “sólo aceptablemente bueno”, no voy a pediros nada para mí, ni tampoco os pediré nada para mi familia más allegada. En vez de eso, si vosotros me lo permitís, quisiera proponeros un trato justo: 

Como vosotros sabéis, porque con vuestra magia lo veis todo, cada día mueren en nuestro planeta veinticinco mil personas, a causa del hambre, es decir mueren porque no tienen nada qué comer. 

Pues bien, mi trato es el siguiente: yo me comprometo a intentar que esta carta sea suscrita por, al menos, cien mil personas buenas, generosas y humanitarias, que además de pulsar “me gusta” se atrevan a compartirla en su muro de Facebook. 
Y vosotros, a cambio, puesto que sois magos y por tanto tenéis poder para hacer lo que os propongáis, os vais a comprometer a conseguir que doscientos millones de niños hambrientos, de todo el mundo, puedan comer para sobrevivir: durante los tres cientos sesenta días que aún faltan para que termine el presente año 2.013. 

Si os estáis preguntando que de dónde vais a sacar tanto dinero… bueno, también he pensado en eso, por supuesto. 

Veréis: calculo que eso os costará… veamos: doscientos millones de niños, a tres dólares diarios (creo que con eso bastará), durante trescientos sesenta días… hacen un total de… doscientos dieciséis mil millones de dólares. Uhhh ¡¡¡ Parece mucho dinero, y ciertamente lo és, pero os voy a decir de dónde podéis conseguirlo en un abrir y cerrar de ojos. Para ello habréis de visitar, tan sólo, a las cuatro personas que a continuación os señalo: 

A Carlos Slim – (México), él tiene 69.000 millones 
A Bill Gates – (USA) dispone en su cuenta corriente de 61.000 millones 
A Amancio Ortega – (España), su fortuna ronda los 46.000 millones 
Y por último, a Warren Buffet – (USA) que dispone de 44.000 millones 

Entre los cuatro reúnen un capital de 220.000 millones de dólares. Pues bien habréis de pedirles que os entreguen el importe de sus fortunas para esta buena causa. (Por supuesto, les dejareis a cada uno de ellos: MIL MILLONES DE DÓLARES, para que puedan seguir viviendo dignamente, ellos mismos y sus mujeres e hijos, oh claro, no somos tan despiadados. Además yo creo que esa cantidad será más que suficiente para que vivan holgadamente durante muchos años, teniendo en cuenta que conozco a cantidad de familias en las que todos sus miembros consiguen salir adelante cada día con unos ingresos miserables de, tan sólo, cuatrocientos y pico euros al mes, unos cinco mil anuales). 

Así es que restando a sus fortunas los cuatro mil millones que entre los cuatro se van a guardar para vivir, nos quedan doscientos dieciséis mil millones, que son los que vais a necesitar para cumplir vuestra parte del trato. 


Pues eso, espero no haberme equivocado al hacer las cuentas porque aprobé el último examen de matemáticas. En fin, vosotros ya sabéis de dónde sacar el dinero..., yo ya sabré de dónde puedo sacar las cien mil fimas. Así es que adelante y suerte… y, ya sabéis, un trato es un trato. 


Un fuerte abrazo de un niño cualquiera del primer mundo. 

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