martes, 2 de julio de 2013

Victoria pírrica

Pirro, rey de Epiro.


Según la RAE, el adjetivo pírrico tiene la siguiente definición: 
"Dicho de un triunfo o de una victoria: Obtenidos con más daño del vencedor que del vencido. En una segunda acepción se describe como: Conseguido con mucho trabajo o por un margen muy pequeño."
Pirro, rey de Epiro, era un militar famoso por su dominio de la estrategia militar. En 281 a. de C., recibió una petición de ayuda por parte de la colonia griega de Tarentum, hoy Tarento, que estaba en guerra con los romanos. Pirro acudió al llamado con 25 000 hombres, y se enfrentó con los romanos en la sangrienta batalla de Heraklea, en la que obtuvo la victoria a costa de la pérdida de 13 000 soldados. 

Un año más tarde, volvió a derrotar a los romanos en la batalla de Ausculum, en la provincia de Apulia (Puglia), pero nuevamente sufrió pérdidas tan severas que el general victorioso expresó: «Otra victoria como esta y seremos destruidos». 

Desde entonces, la expresión victoria pírrica —del griego pyrrikós, 'de Pirro'— se emplea para referirnos a los éxitos cuya consecución no ha merecido la pena por haber costado grandes esfuerzos y sacrificios. O lo que es lo mismo: Es una victoria lograda con igual o más daño del vencedor que del vencido.

Con el paso de los siglos, la expresión “victoria pírrica” se mantuvo vigente en el habla occidental e incluso saliendo del ámbito bélico, pues también es empleada en el deporte o la política como sinónimo de una victoria ajustada.

Fuente: Ricardo Soca.

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