A todos nos han enseñado en la escuela que: para saber a qué siglo pertenece un año dado, tan sólo hay que sumar un uno a la cifra formada por los dos primeros números del año en cuestión, siempre y cuando dicho año se exprese en notación de cuatro dígitos, aunque para ello sea preciso colocar varios ceros a su izquierda.
Elijamos un año cualquiera, pongamos por caso que nos referimos al año 12 d.C. (después de Cristo), escribiríamos el guarismo que le corresponde con cuatro dígitos, esto es 0012, ahora le sumamos un uno a la cifra 00 (sus dos primeros dígitos) y nos da como resultado el número "uno" (1), por tanto el año 12 corresponde al siglo I. Otro ejemplo 1492 d.C., (un gran año para España, y para los Reyes Católicos que por fin culminaron la Reconquista en Granada y un par de meses después Cristobal Colón los cubrió de oro, gracias al descubrimiento de "Las Américas"), pues bien sus dos primeros dígitos: 14, más uno, da un total de quince; hablamos del siglo XV. Por último consideremos el año 2000, repetimos el procedimiento: sus dos primeros dígitos forman el 20, a este le sumamos un uno y da veintiuno; así el año 2000 pertenece al siglo XXI.
... Pero, algo no cuadra aquí... razonemos para analizar la cuestión:
- Un siglo, como todos sabemos desde la más tierna edad, son cien años.
- Del 0 al 99 van cien dígitos (años). Por lo que, del 1 al 100 también van cien dígitos (años).
- El primer año de la Era Cristiana es el año 1, cuenta a partir del (supuesto) año de nacimiento de Jesucristo.
- No existe el año 0 en la Era Cristiana.
Por tanto, aplicando las premisas anteriormente establecidas, absolutamente correctas, verídicas y aceptadas por todos: el primer siglo, el siglo I (d.C.), puesto que no existe el año 0, se extiende desde el año 1 al año 100 (periodo de cien años), el siglo II comprenderá consecuentemente desde el año 101 al 200, el siglo III desde el 201 al 300, y así sucesivamente hasta llegar al siglo XXI que discurre entre los años 2001 y 2100 (aunque yo recuerdo con claridad meridiana haber celebrado, en compañía de casi toda la humanidad, con uvas y champagne, el inicio del siglo XXI, y con él el del tercer milenio, justo al término de la Noche Vieja del año 1999. Cuando en realidad debería haber celebrado dicho evento exactamente un año después).
Entonces, queda claro que:
a) Es preciso establecer una excepción a aquella regla que nos enseñaron de pequeños en la escuela, que consiste en que: "dicha regla no es válida para los años que terminan en 00; en cuyo caso el siglo coincide exactamente con la cifra formada por sus dos primeras cifras en notación de cuatro guarismos", como ya se ha explicado.
b) El siglo XXI comenzó realmente con el inicio del año 2001 y no el uno de enero del 2000, como casi todos dimos por sentado..
c) Quizás para el siglo XXII, si aún existe el planeta Tierra, se corregirá el error; prolongando el actual siglo un año más para poner la cuenta al día. Sería entonces ¡la primera centuria de la historia de la humanidad que contara con 101 años en vez de los 100 reglamentarios!.
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