viernes, 5 de abril de 2013

Vate


Vate, es un vocablo que no aparece en Covarrubias. Autoridades lo define como "El adivino, o poeta. Es voz latina, usada regularmente en la poesía". Corominas no añade mucho más: "Tomado del lat. vates,´Adivino, profeta´; Poeta inspirado (por una divinidad).1er. Doc princip. siglo XVII. (...). Palabra poética o del estilo elevado."

El Maria Moliner dice:

1. (Culto) m. Adivino.
2. (Lit.) Poeta.

J.Bañales escribe en la Enciclopedia GER(Gran Enciclopedia Rialp) -www.canalsocial.net-, lo siguiente:

"El término vate es italo-celta, y designa al adivino y poeta. Proviene de la raiz indoeuropea wat- que significa algo así como "estar excitado, o inspirado,espiritual o emocionalmente"; y tiene semejanzas con el galo ouateis,"adivino"; irlandés fait, "poeta,vidente"; y el sánscrito vatayati, "que hace comprender". Un testimonio claro en su acepción de adivino en latín es Plauto (Mill. III, 3, 37): "Podrías ser un buen adivino (vates), ya que conoces el porvenir". Varrón (De L. I. VII, 36) atestigua el significado de poeta: "A los antiguos poetas se les llamaba vates". Cuando se generalizó el uso del vocablo poeta, vate tomó un sentido peyorativo. Son derivados suyos vaticinar ("profetizar"), vaticinio, etc...."

A estos términos derivados habría que añadir Vaticano, porque no deja de ser curiosa la relación entre su etimología y su significado actual.
En la web www.geocities.com, un curioso artículo titulado ""Estudio acerca de algunas de las cosas de Roma y sus costumbres", dice lo siguiente:
"....Quisiera recordar el origen etimológico de algunas de la palabras usadas por Roma, y quisiera señalar que ninguna de ellas se encuentra en la Biblia; palabras tales como "vaticano", por ejemplo, que se deriva de la palabra "vaticino", que también significa "adivinación", y es evocación de las mayores prácticas paganas de adivinación que se llevaron a cabo en la Roma de antes de Cristo en el "cerro de los vaticinios"....".

En este cerro,dice el autor, es donde se levanta ahora el Palacio del Vaticano.

Como apuntaba Bañales en su excelente artículo, los vates tienen, también, un orígen celta. Son muchas las páginas de Internet que se interesan por sus sociedades y su cultura.

En la web www.telepolis.com dedican un amplio espacio a las civilizaciones antiguas. Dicen en "Los Celtas: Organización social", un texto acompañado de bonitas ilustraciones:

"Druid cutting the Mistletoe", obra de Henry Paul Motte
"...Los vates tenían funciones similares a la de los druidas, aunque estos últimos contaban con una posición jerárquica más elevada. A ambos se les consideraba filósofos, pero mientras que los druidas aparentemente se encargaban de presidir los sacrificios y actuar como jueces en las disputas públicas y privadas, los vates se encargaban de leer el futuro a través de los restos de las víctimas sacrificadas. Su nombre, vate, está conectado con las profecías, la inspiración y la poesía....."





Otros detalles llamativos de los vates nos los da el autor de un articulo sobre los celtas publicado en www.eldruida.net:

"...El término "druida" hace referencia a una jerarquía -la superior- de las cuatro que existían en la casta sacerdotal de los celtas. Los integrantes de la categoría más baja eran los estudiantes o "amdaurs" (aspirantes a druidas), reconocidos por sus túnicas amarillas. En un orden de mayor importancia estaban los "vates", que se distinguían por utilizar el color rojo. El grado de mayor categoría no sólo se manifestaba en la vestimenta, sino en las atribuciones y conocimientos.
A los "vates" se les debe buena parte de la transcendencia de los mitos, tradiciones, creencias y conocimiento de todo tipo de la civilización celta, ya que eran ellos los encargados de compilarlos para luego transmitirlo al pueblo. Además, practicaban la profecía, estudiaban filisofía, astronomía, medicina, música y oratoria. En una etapa más avanzada, luego de una compleja ceremonia de iniciación, podían usar el color azul, que revelaba que habían accedido al nivel de los bardos. Ellos eran los encargados de amenizar las fiestas y celebraciones recitando, en prosa o en verso, las proezas de los guerreros y de cantar alabanzas a los dioses...."


Una buena y acertada recopilación de estas voces la realizó D. Roque Bárcia en su obra "Filosofía de la Lengua: Sinónimos Castellanos", publicada en Madrid, en la Imprenta de la Sra. Viuda e Hijos de D. José Cuesta, el año 1863.

Por lo que se refiere a la que estamos estudiando y sus sinónimos, dice:
"Poeta, vate, bardo, trovador"
Poeta es el calificativo general de esos hombres privilegiados que deben al cielo el alto don de la poesía. Así se dice: el poeta Homero, el poeta Virgilio, el poeta Quintana. Sería absurdo decir: el trovador Homero, el bardo Virgilio, el vateQuintana.
Poeta viene de una voz griega que quiere decir: el que inventa, el que hace de nuevo. El poeta es el hombre que más se acerca a Dios, porque es el hombre al que Dios ha dado el sumo poder de crear.
Vate significa adivino; es decir, vaticinador. Todos los profetas del antiguo testamento fueron grandes vates.
Bardo fue el nombre dado a los poetas druidas, los cuales iban cantando versos delante de las fiestas de su religión. Esta religión duró en Francia hasta después del siglo ocho de nuestra era, como se ve en los Capitulares de Carlomagno, cuyo emperador prohíbe las ceremonias de aquel rito, bajo las penas más severas.
Trovadores fueron llamados primitivamente los poetas provenzales, y de aquí tomaron su nombre todos los cantores de la Edad Media; esos romeros de la poesía popular, que con la espada al cinto y el laud al brazo, cantaban sus pendencias y sus amores bajo el pórtico de un convento, o al pie de un castillo feudal. El nombre trovador viene de que el verbo encontrar era trouver en habla provenzal, y habiendo hecho aquellos poetas ciertos descubrimientos en sus expediciones; habiendo encontrado, es decir trouvado, se les denominó trovadores, que es como si dijéramos encontradores o descubridores de hallazgos.
El trovador era una mezcla de poeta, de caballero, de soldado y de peregrino; era entonces, es ahora y será siempre uno de los caracteres más graciosamente novelescos de ese feudalismo que nos espanta con sus barbaries, y nos hechiza con sus historias.

El poeta es creador, fecundo, ardiente, impetuoso.
El vate, inspirado y solemne.
El bardo, religioso.
El trovador, aventurero, valeroso y galante.


El poeta canta 'una epopeya'
El vate anuncia'una profecía'
El bardo reza 'una oración'
El trovador festeja 'una aventura'


"El poeta pobre", obra de Carl Spitzweg
(books.google.com)

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