miércoles, 29 de julio de 2020

¿Qué había antes del Big Bang?

Imagen propiedad del blog de la ciencia de la mula Francis



Seguramente os habéis preguntado alguna vez cómo, y de qué, surgió nuestro universo. Y, como yo, os habréis dado cuenta de que para pensar en ello las únicas herramientas que podemos utilizar son los conocimientos que poseemos, derivados de las experiencias y percepciones que nuestro raciocinio es capaz de aprehender a través de nuestros sentidos.
Por supuesto, conjeturando, podemos aventurar entelequias o teorías fantásticas, pero estas, a la postre, son imposibles de verificar mediante el único método válido conocido: el método científico.
Es decir, para construir mentalmente una hipótesis sobre el origen del cosmos solo podemos basarnos en lo poco que conocemos. Y este desconocimiento de nuevos elementos que pudiesen coadyuvar a esclarecer la causalidad prístina de los sucesos y la esencia misma de la que provenimos, nos lleva indefectiblemente a un bucle infinito del que, sin nuevas evidencias, no somos capaces de salir.
Pero, como decía antes, por supuesto aplicando las leyes físicas universales y basándonos en nuestros conocimientos y experiencias, siempre podemos imaginar posibles escenarios para elucubrar sobre cómo pudo haber sucedido el “mal llamado” Big-Bang hace casi catorce mil millones de años. Y eso es lo que me disponga a hacer ahora.

Pues bien, imaginad dos estructuras verticales ondulantes que se aproximan la una a la otra desplazándose sobre un campo horizontal del que forman parte. Por simplificarlo, algo así como dos olas marinas enfrentadas y a punto de chocar. Estas podrían ser, como propone la teoría M, dos branas que, unidas por la base, se aproximan entre sí a través de una retícula conformada por multitud de campos cuánticos que viven en diez dimensiones y evolucionan temporalmente.
Podemos pensar que la retícula espaciotemporal que separa ambas branas es una especie de malla multidimensional con estructura fundamental a la longitud de Planck que se encuentra en su estado de mínima energía, es decir se comporta en principio como un espacio completamente vacío, puesto que los campos cuánticos que la componen no han sido perturbados aún.
En un momento dado las dos branas chocan entre sí y, al hacerlo, descargan sus energías cinéticas en la retícula espaciotemporal, lo que da lugar un número finito de perturbaciones puntuales en cada uno de los campos cuánticos que la componen. A partir de ese momento y como consecuencia del impacto ambas branas comienzan a separarse, como lo harían dos abanicos, los objetos que conforman sus estructuras se separan a más velocidad cuanto más alejadas están de los puntos de anclaje de las branas (hecho acorde con la percepción de energía oscura) y al separarse desgarran sus estructuras conformando una red filamentosa (materia oscura) de nodos que vibran propagando la energía del impacto a los campos cuánticos adyacentes, los cuales, al ser perturbados, generan alrededor de dichos nodos de materia oscura las partículas subatómicas que constituyen la materia bariónica del universo.
De esta forma podríamos decir que, antes del choque de branas, es decir antes del Big-Bang, no existía la materia, porque los campos cuánticos estaban en absoluto reposo. Pero instantes después, en el momento en el que dichos campos cuánticos son perturbados, surgen en su seno las partículas subatómicas como manifestaciones energéticas de la colisión alrededor de los nodos de Materia Oscura. Surge entonces también la energía oscura, como consecuencia del desplazamiento por el impacto y la forma de las branas. Y se habría materializado el espacio-tiempo, haciéndose tangible como vector de desplazamiento del nuevo cosmos en movimiento.

Pero…  ¿De dónde, y por qué, surgieron esas estructuras llamadas branas?
Como decía al principio ¡No lo sabemos y posiblemente no lo sepamos nunca! Pero... quizás... ¿podemos imaginarlo?

Reflexionad sobre ello.

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