lunes, 6 de octubre de 2014

TU CONSCIENCIA ESTÁ RETRASADA SEIS SEGUNDOS CON RESPECTO A LA REALIDAD¡¡¡



Tú puedes modular la solución que tomó tu subconsciente tras analizar los múltiples patrones que se forman en tu cerebro con los millones de datos que recogieron tus sentidos del mundo que te rodea, pero esa intervención consciente, que puede ser o no deseada por ti, solo puede suceder entre seis y diez segundos después de la recogida de datos y de la toma de la verdadera decisión.
Si, mientras duermes profunda y plácidamente, algún suceso te hace despertar de forma repentina, comprobarás que tu cerebro necesita algunos segundos para procesar los patrones de percepción que recogen tus sentidos, patrones sucesivos que serán analizados uno tras otro para alcanzar a comprender qué está sucediendo y cuál es la acción más conveniente que debe ordenarse a tu sistema nervioso para, en caso necesario, activar los músculos de tu cuerpo que habrán de realizar la acción necesaria que preservará tu integridad.
Durante esos primeros segundos, tras tu despertar, estás totalmente confuso, pues estabas de algún modo "desconectado" de tus sentidos y, por tanto, no dispones de datos para analizar. Cuando por fin tu subconsciente se –hace- con la situación y comprende la realidad de lo que acontece a tu alrededor, es cuando tu consciencia puede intervenir (si lo deseas) para modificar, o no, la decisión inconsciente que algunos segundos antes habrá tomado tu subconsciente en función, y como resultado, de las múltiples comparaciones y análisis estadísticos entre tus patrones aprendidos y/o experimentados a lo largo de tu vida, y los flashes recientes que acaban de recoger tus sentidos. Esta ingente información, que ha de ser procesada para “ponerte en situación”, es lo que hace que experimentes ese periodo de desorientación referido.
A partir de ahí tu cerebro continuará analizando las sucesivas muestras sensoriales que va percibiendo a través del tiempo. Pero, teniendo en cuenta que cada una de ellas será casi idéntica al anterior, ya que la siguiente escena, al haber transcurrido tan solo una fracción de segundo después, acusará solo pequeñísimas diferencias con la escena anterior, necesitará procesar muchísimos menos datos en cada muestreo y, consecuentemente, tu actividad física podrá responder cada vez más rápido a los estímulos, haciendo que inmediatamente alcances el nivel de gestión normal que te caracteriza. 
Sucederá como en una película de acción, en la que un fotograma muestra por ejemplo una bomba cayendo en picado sobre un destacamento militar y en el siguiente fotograma se ve exactamente la misma escena, solo que ahora verás la bomba un poco más cerca del objetivo y apreciarás un ligero desplazamiento, casi imperceptible,  de la posición de cada uno de los soldados en el sentido y trayectoria que se desarrolla la acción.
Después del proceso inicial, tras esos segundos necesarios para poner en marcha el sistema, tu inconsciente ya será capaz de seguir el ritmo de los acontecimientos, con más o menos velocidad en función de la velocidad de procesamiento típica de tu cerebro, pues ya solo deberá analizar, en cada muestreo, las pequeñas diferencias entre una escena y la siguiente, lo que supondrá tener que procesar poca información en cada escena adicional.

Pero, lo verdaderamente sorprendente es que, estando despierto, durante el transcurso normal de tu actividad cotidiana, tu subconsciente seguirá tomando todas y cada una de las decisiones por ti varios segundos antes de que tú mismo seas consciente de ello. Decisiones que incluso serán predecibles (y observables en laboratorio) con anterioridad a tu voluntad consciente de ejecución.
Según parece, mediante resonancia magnética, se ha comprobado que antes de que tú seas consciente del movimiento que vas a hacer, o de la decisión que vas a tomar, en ciertas áreas de tu cerebro, y entre seis y diez segundos antes de que suceda, se registrará la actividad cerebral correspondiente a dicha acción. Trascurrido ese tiempo llevarás a cabo la acción pensando que corresponde a una decisión instantánea de tu conciencia tomada sobre la marcha pero, en realidad, habrán transcurrido varios segundos desde que tu cerebro sabía lo que ibas a hacer
Por supuesto en ese instante, en el que tu mente consciente se entera de la decisión de tu subconsciente, puedes intervenir, si lo deseas y estás lo suficientemente atento, para modificar o modular dicha acción. Ahora sabemos que a esta intervención última se reduce el tan “cacareado” libre albedrío.
En realidad, al probarse que nuestras decisiones son tan absolutamente predecibles, resulta que: ¡¡¡NO SOMOS TAN LIBRES COMO NOS CREÍAMOS¡¡¡

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