martes, 28 de enero de 2025

La velocidad de la luz (299,79245 Km/s) : la única velocidad posible en el universo.

 




Si sucede un evento, en un punto del espacio al que llamaremos "B", situado a novecientos mil kilómetros de distancia de otro punto, llamado "A", en el que te encuentras tú, podrás saber que dicho evento ha sucedido dentro de aproximadamente tres segundos, no antes. 
Entonces, ese suceso que acontece ahora mismo en "B" acontecerá en el futuro para ti, pues solo podrás conocerlo cuando transcurran esos casi tres segundos.
(P.ej.: Si una gigantesca explosión provocada por el impacto de un cometa tuviese lugar en la superficie del planeta Neptuno, nosotros, desde la Tierra, la veríamos en directo cuatro horas y cuarto después de que hubiese sucedido. Hasta que no trascurra ese tiempo no tendríamos ninguna posibilidad de saber que la explosión se produjo.)

Y del mismo modo, cuando tú sepas que sucedió, para alguien que vive en "B" ese mismo suceso pertenecerá ya al pasado pues, para él, el hecho sucedió hace tres segundos aproximadamente.

Esto sucede porque la velocidad de la luz, la única velocidad que existe en el universo, acota la realidad de cada entidad: dicha realidad se encuentra siempre en el punto en el que convergen sus dos conos de luz (pasado y futuro)

Aunque, este punto de convergencia (singular y diferente del resto de conos de las demás entidades) es tan minúsculo (escala de Planck) que el presente, al avanzar, se desdibuja e indetermina entre su pasado reciente y su futuro próximo durante el tiempo (de Planck) que dura dicha transición.

Ese tránsito, difuso e indefinido, del presente, entre pasado y futuro, es donde acotamos la "existencia inexistente": una realidad que transcurre en una indeterminación física, donde comienza lo que llamamos "mecánica cuántica".

Para periodos y distancias de espacio-tiempo muy superiores a dicha escala la indeterminación desaparece. Por encima del nivel molecular, donde la tendencia estadística de los átomos se hace ya relevante, se aplica la mecánica clásica (también llamada Newtoniana), la única que nuestro cerebro es capaz de comprender y por la única que nuestra razón se rige.


lunes, 27 de enero de 2025

Materia + inteligencia = VIDA

imagen propiedad de blog.astroingeo.org


Los seres humanos nos tomamos demasiado en serio aquello que creemos que debemos realizar, practicar, consumir, adorar, mantener, fomentar..., y por eso luchamos, encarnizadamente a veces, para defender los casi siempre irrelevantes constructos que el azar y la necesidad (el ambiente y los genes) forjan en nuestros cerebros en forma de rutas neuronales. Y ese convencimiento nos define, porque nos aglutina o nos diferencia de los demás, de esos otros a los que necesitamos para vivir porque es imprescindible formar parte del grupo para que nuestras vidas tengan sentido y puedan prolongarse el máximo tiempo posible. 

Así nos sentimos más o menos seguros, protegidos, felices, sanos, realizados e integrados en nuestro hábitat. Pero eso en un instante puede cambiar porque la vida es un periodo de tiempo demasiado efímero e inestable que dura apenas unas decenas de años. 

Y... qué es un año para la existencia sino un simple parpadeo comparado con los casi ciento cuarenta "millones" de siglos que tiene este espejismo en el que existimos. 

Es verdad que en el vasto universo cada uno de nosotros, e incluso en conjunto, somos formaciones absolutamente insignificantes. Y sin embargo somos también la máxima expresión de la inteligencia conocida, aunque extrañamente no tengamos ni idea de cómo es que existe y de dónde proviene.

Infinidad de experimentos científicos y desarrollos matemáticos refrendan y prueban que lo que llamamos materia (de lo que creemos que estamos hechos) es la manifestación espacial pormenorizada de una inconmensurable perturbación que tuvo lugar en el tejido espaciotemporal, como consecuencia de la expansión acelerada de una singularidad energética que surgió de la nada y perturbó los diferentes campos cuánticos. 
Estamos razonablemente convencidos de que eso es así. 
Pero sin embargo no tenemos ni idea de qué es y de dónde proviene la inteligencia.

  • Surgió (o residía en ella) de la energía que constituye la materia?
  • Apareció después, como consecuencia de la tensión entre la gravitación y la energía oscura?
  • Es uno más de los campos cuánticos que permean el espacio-tiempo, al que se puede acceder mediante configuraciones materiales complejas?
  • Es consecuencia de la anisotropía que puede observarse en el Big Bang?
  • Es producto del antagonismo entre el orden, que promueve la vida, y la entropía, que disuelve la existencia diferenciada y pretende su disolución?
  • Es producto del azar, sin más?
  • Fue creada por algo que aún no somos capaces de intuir?
  • Es el motor que sustenta una existencia virtual en la que nada existe en realidad?

...

Qué es la inteligencia?
...

Esa es la gran pregunta de la existencia. La crucial cuestión que, quizás, el ser humano no podrá responder jamás.