jueves, 25 de abril de 2013

La memoria. I



La red neuronal, sobre todo las redes de la corteza cerebral, son la base de todo el conocimiento y de toda la memoria. Se forman a lo largo de la vida con la experiencia por el establecimiento de conexiones entre neuronas.

Entre neuronas que pueden estar agrupadas en grupos pequeños, sobre todo en las zonas primarias sensoriales y motoras que pueden llamarse módulos. Es decir, los módulos están en la base. Es el ver, es el tocar, es el oír, es el moverse, pero la conciencia del conocimiento, y la conciencia de la memoria, está en la red. Que es la agrupación.

El código de la memoria; el código del conocimiento, es un código de relaciones. Lo más cercano que hay a ello, desde el punto de vista psicológico, es la psicología de la Gestalt; la psicología de la forma.
Una cosa se ve, tiene sentido y significado por las relaciones entre sus partes. Pero el total, el significado de aquel objeto, lo definen las relaciones entre las partes, y no es reducible a las partes en sí. Es decir, que el todo es mucho más que la suma de las partes.


Una neurona en un grupo celular, puede ser parte de muchísimas redes, y la estructura de la neurona no nos indica qué pasa con el conocimiento, porque el código de la cognición es un código relacional a nivel de la red. Y es irreducible a las partes. Es decir, sería como pretender entender el significado de lo que dice una carta escrita estudiando la composición química de la tinta. No la entenderás nunca porque el lenguaje escrito o hablado es un lenguaje relacional, es un código relacional: relaciones entre letras, entre palabras, entre significados semánticos. Es decir, no se puede reducir a sus partes mínimas.

Mis memorias son distintas de las tuyas porque las relaciones se han formado de modo distinto con elementos aleatorios que son distintos para mí y para ti, pero compartimos ciertas redes en común, que son las redes de la cultura, el ambiente en que hemos vivido, las leyes del léxico, del lenguaje.

Eso queda, y está por encima de todo, porque es el resultado de la repetición de redes más pequeñas, que están en la base de esas redes. Están organizadas de modo jerárquico. A nivel más bajo está la memoria sensorial, motora, primaria. Esta sí que se puede reducir a módulos, pero cuando nos salimos de allá y subimos a las zonas asociativas de la corteza, la memoria se va haciendo más interconexa, más compleja, más amplia y más difusa. Esto también le da solidez, porque pueden perderse algunas de las vías de acceso a ella, pero otras quedan.

Cuando no recuerdas el nombre de una persona, empiezas a tantear en tu mente las distintas circunstancias en que la has visto para poder enganchar con aquella asociación y aquello te lleva a ello. Desgraciadamente, de todos modos, a veces, cuanto más buscas, menos recuerdas. Esto es el factor emotivo, la inhibición que te hace olvidar algo que no quisieras recordar.

El conocimiento perceptual, supuestamente, está en la parte posterior de la cabeza, y se distingue el Ejecutivo, del cognitivo, complejo, por el que guías realmente el quehacer de cada día.
En líneas generales es así. Hay relaciones muy íntimas entre los dos sectores, como es natural, porque los dos participan en el ciclo percepción-acción. Percibo y esto educa, informa, mi acción. Mi acción produce cambios en el medio ambiente. Y estos los percibo. Con lo cual se realimenta el sistema.

Cuando percibes una persona amiga que, además, es muy bella y muy inteligente, esto lo percibes supuestamente con tus redes neuronales de la corteza posterior, sobre todo de con esas redes. Y también con líneas de influjo de los centros emocionales del cerebro y de la estética. Estos colorean tu visión de aquella persona y, además, se relacionan con la memoria que tienes de aquella persona, o de otras parecidas, para informar cómo tienes que reaccionar en aquel momento a aquella persona. Entonces entran en función las redes anteriores de la corteza frontal, que informan y modulan tu conducta, tu lenguaje.

El cerebro es la interfase que hay entre nosotros y el medio ambiente. En el curso de la evolución, la corteza, sobre todo, se ha desarrollado muchísimo. Y en el ser humano ha adquirido propiedades muy peculiares que le permiten dos cosas fundamentales: una es el lenguaje, es un medio de ajuste al medio ambiente, y la otra es la predicción.

Es decir, que todas las funciones que llamamos ejecutivas, todas tienen un futuro, todas: la memoria de trabajo, el planeamiento, la toma de decisiones y la conciencia creadora.


Joaquim Fuster. (Psiquiatra).



Cerebro: Memoria, percepcion y atencion por raulespert


Cerebro adolescente: Memoria y creatividad por raulespert


Cerebro y emociones: Memoria emocional por raulespert

No hay comentarios:

Publicar un comentario